QUIÉNES SOMOS

El Movimiento Color apoya iniciativas sociales lideradas por Hermanas Católicas, con quienes se unen fuerzas con muchas otras personas con corazón humanitario alrededor del mundo para luchar contra la violencia de pandillas, ayudan a familias migrantes, fortalecer comunidades y crear nuevas y mejores oportunidades para las familias y la juventud; comenzando en El Salvador, México y los Estados Unidos.

Juntos, crean un movimiento que es lleno de color, brillante y fuerte, iluminando la todo lo bueno y abundancia que existe en las comunidades en donde las Hermanas trabajan para que esta abundancia crezca.

El Movimiento Color es un proyecto de Alight (anteriormente conocido como “American Refugee Committee”), una organización sin fines de lucro que sirve a refugiados que han sido desplazados de sus hogares al rededor del mundo. Aunque Alight es una organización no religiosa, reconoce en las Hermanas Católicas su verdadero espíritu humanitario. Creemos en ellas—creemos que juntos podemos mover montañas.

 

¿POR QUÉ APOYAMOS A LAS HERMANAS?

En un mar de temor y violencia, las Hermanas son respetadas.

Las Hermanas Católicas juegan un papel único en las comunidades en las cuales sirven, viven y trabajan; así mismo, son muy importantes para las personas con las cuales comparten sus vidas dentro de estas comunidades. Son Feministas poderosas. Son fáciles para sonreír, y aún más fáciles para ayudar a aquellos que las necesitan. Ellas proveen el refugio necesario, un abrazo cálido, el camino al cambio y las nuevas oportunidades. Las hermanas ofrecen una alternativa a una vida una vida de violencia, una que nutre de bondad, paz y unidad.

Partes de Latinoamérica y en especial la frontera México - Estados Unidos, sufren el embate epidémico de la violencia de pandillas, la pobreza extrema y la explotación de las familias que buscan una mejor calidad de vida. En lugar de ser problemas independientes que requieren soluciones específicas, estos problemas se entrelazan y forman redes que atrapan a todos aquellos desafortunados que caen en ellas. Mucha gente que se ve atrapadas en estas redes han perdido la fe en un futuro mejor; y una vez que la esperanza se pierde, la única salida es emigrar.

¡Pero hay buenas noticias! - En cada una de estas redes hay Hermanas comprometidas y diligentes, trabajando sin parar.


Es por eso que nos hemos asociado con Sisters Rising Worldwide, una organización impulsada por Hermanas Católicas que reúne y eleva a las Hermanas en todas partes del mundo. Juntos, los estamos ayudando a mejorar en resolver esas redes de las problemáticas sociales, a fortalecer el bien y hacer más, uno al lado del otro.